Veracruzanos enfrentan incertidumbre ante posible impuesto del 5% a remesas enviadas desde EE.UU.

Imagen ilustrativa- Creative Commons Canva

Veracruz, Ver. — La posibilidad de aplicar un impuesto del cinco por ciento a las remesas enviadas desde Estados Unidos ha generado preocupación entre las familias veracruzanas que dependen de esos recursos para cubrir sus necesidades básicas.

Durante décadas, el envío de dinero por parte de migrantes ha sido un sostén económico crucial para miles de hogares en la entidad. Este flujo de recursos no solo permite a muchas familias solventar gastos de alimentación, salud y educación, sino que también ha sido clave para concretar proyectos como la construcción de viviendas o pequeños negocios.

Sin embargo, en el contexto actual, las condiciones para quienes trabajan del otro lado de la frontera se han vuelto más difíciles. Migrantes originarios de Veracruz enfrentan obstáculos legales, laborales y financieros que afectan directamente su capacidad para seguir enviando dinero a sus seres queridos. A esto se suma la creciente presión por formalizar los canales de envío, como la exigencia de cuentas bancarias, lo que complica aún más el proceso para quienes carecen de documentos migratorios o estabilidad legal en Estados Unidos.

Además de las dificultades administrativas, muchos de estos trabajadores también enfrentan problemas de salud y condiciones laborales adversas que obligan a cambios constantes de empleo, reduciendo su capacidad de ahorro. La incertidumbre sobre el tipo de cambio o los altos costos de envío también influye en la frecuencia y monto de las remesas.

En este contexto, un impuesto adicional podría representar un golpe para las finanzas familiares de los receptores, sobre todo en estados como Veracruz, donde el ingreso mensual de muchas personas depende en gran medida de lo que mandan sus familiares desde el extranjero. Para quienes han hecho del trabajo migrante su única alternativa, este gravamen se percibe como un castigo más a un esfuerzo ya de por sí marcado por el sacrificio.

La medida, aún en discusión, ha abierto el debate sobre hasta qué punto es justo gravar una de las principales fuentes de ingreso para millones de mexicanos. Mientras tanto, las familias veracruzanas continúan haciendo cuentas y ajustando sus presupuestos, anticipándose a lo que podría representar una reducción significativa en su ingreso mensual.